Mi experiencia como MACH en Microsoft

Antes de nada, una breve presentación. Me llamo Macarena, tengo 28 años y estudié Teleco en la ETSIT UPM. Soy comercial (SSP) de Comunicaciones dentro de la división de Grandes Cuentas (EPG). Hace dos meses comencé en Microsoft como MACH, y hace dos meses me pidieron que escribiera una entrada para este blog. Así que llego con retraso. (Lo hice aposta, ahora lo que tengo que contar es mucho más interesante!!)

 

Cuando te piden que escribas una entrada para un blog, pues no sabes ni por dónde empezar. Por un lado mola hablar de una misma, pero por otro es un poco… marrón. Así que pides unas pautas. Y cuando pides esas pautas, esto es lo que recibes: "Cuenta que eres una persona normal, que eres humana. Que se vea que no es imposible entrar, y que la acogida ha sido muy buena". Y tú sabes que se te da fatal mentir así que oye, te pones a escribir y a ver qué sale.

 

Pues allá voy. Ah, no, espera. Es que yo no creo que sea una persona muy normal. A ver, define normal. Cuando estudiaba teleco me enamoré del teatro y creo que pasé más tiempo en el Salón de Actos que en las clases. También fui una Ingeniera Sin Fronteras, con estancia en África incluida. Tardé un buen rato en terminar la carrera (y mira que teleco me gusta) porque elegí vivir todo lo que la vida me iba trayendo. Confieso que a veces prefiero quedarme en casa devorando libros o viendo pelis raras en lugar de salir. Me gusta viajar sola y conocer gentes variopintas. Soy muy sociable, me encanta la gente, sobre todo la  gente movida por la pasión, como yo. Gente que tiene algo excepcional. Y os puedo asegurar que desde que entré aquí no he parado de conocer gente así.

 

Vale, ya la he liado y sólo he respondido al punto número uno. A ver qué hay que escribir ahora… que no es imposible entrar. Bueno, yo estoy dentro, así que imposible no es. Pero vamos, fácil tampoco. Aquí los procesos de selección son duros, sólo se quedan los mejores. Empiezo a entender que esta empresa ha comprendido perfectamente que, si quiere seguir siendo líder en un mundo en constante cambio, no puede acomodarse. Trabajar aquí es vivir en un reto permanente, siempre creciendo, siempre preparado para el cambio. Si quieres tener una vida tranquilita y cómoda, si te gusta la rutina, el despacho fijo con plantita y foto de familia, este no es el lugar. A mí me gusta la caña, y desde que estoy aquí, no me falta. Al menos en ventas, donde se vive a un ritmo muy dinámico y cada día es diferente al anterior, esto es Esparta y somos todos como los guerreros de 300. Sólo falta que al llegar a la oficina nuestro manager nos grite "¿Cuál es vuestro oficioooo?" y contestemos "AU! AU! AU! "

 

Bueno y ahora toca decir que la acogida es muy buena. Pues aquí sí que no puedo llevarles la contraria. Yo he tenido la inmensa suerte de encontrar un puesto en el cual sigo muy ligada a las telecomunicaciones (que me encantan) pero además me permite dar rienda suelta a mi extroversión, estar todo el día negociando, decidiendo, tener visibilidad y trabajar con la sensación de formar parte de algo grande, de estar en el lugar donde se cuece todo, donde se toman grandes decisiones que definen el futuro de la compañía. Adquiriendo responsabilidades desde el principio, pero al mismo tiempo arropada por mi equipo, (que son todos unos auténticos cracks, como profesionales y como personas), en constante formación (recibimos cursos a menudo, y yo además estoy aprendiendo la profesión mediante "shadowing", que es básicamente convertirme en la sombra de una persona que tiene mi mismo rol, y que en mi caso es una mujer con muchísima experiencia en el sector y en el ámbito comercial, y de quien no paro de aprender), viajando (y esto no es broma, mi segunda semana en la compañía estuve en Dublin con otros 200 MACHs de todo el mundo, y de ahí me fui a Seattle al "Solution Specialists Sales Summit" o S4, un evento para comerciales de Microsoft con cerca de 1000 asistentes que fue una inmersión tremenda en el rol que estaba comenzando a desempeñar) y aprendiendo a un ritmo frenético, siempre en juego, siempre implicada en lo que hago.

 

Oye que sí que soy humana, ¿eh? Y también tengo dudas y miedos, como todos, y que los comienzos nunca son fáciles. Y que un día me como el mundo y al siguiente me hago pequeñita y quiero esconderme debajo de la colcha. Pero entonces siempre encuentro entre mis compañeros la fuerza que necesito, en forma de ánimo, de ayuda con los problemas que encuentre… Además la experiencia MACH es MUY intensa, une mucho, y vamos haciendo piña, apoyándonos unos a otros. Merece mucho la pena, de verdad que Microsoft es un gran lugar para trabajar, y ser MACH es una auténtica fortuna.