Teléfonos y nubes

Si miras el mundo de la telefonía, resulta que lo último son las apps. O sea, las aplicaciones. O sea, el software. En Microsoft esto generalmente gusta. Sonrisa

El problema que tienen las apps es el éxito. O sea, que si tienes éxito, puedes tener un problema. Porque si tienes éxito, es normal tener muchos usuarios. Y muchos a la vez. Si la aplicación hace llegar a esos usuarios hasta tu centro de datos corporativo, vas a tener que manejar el tema con cuidado. Y además, siempre tendrás la incertidumbre de cuánto tendrás que escalar, porque nadie sabe el éxito que tendrá la aplicación hasta que los usuarios la tengan delante.

Les gustará mucho, o poco. Y tu servicio tendrá que escalar mucho, o poco. Lo sabrás en ese momento.

Por eso cada vez más gente desarrolla aplicaciones para los teléfonos móviles inteligentes y pone la lógica en la nube. Si la aplicación está bien hecha, en Windows Azure no tendrás que dedicar ni un minuto a cambiar la escalabilidad. Es el mismo trabajo para diez que para diez mil usuarios concurrentes. Y podrás pasar de uno a otro escenario en menos de una hora. Dinámicamente, sin intervención humana, si es lo que quieres.

Cada vez se ven más casos de estos, y traigo hoy dos aquí:

Uno pequeño: una entrevista con el Jefe de Policía de Atlantic Beach (la friolera de 18 agentes, oiga). Pues se deben de haber ahorrado una pasta, a base de unificar los dispositivos y su gestión, y de haber multiplicado las funcionalidades.

Y uno grande: T-Mobile en USA, uno de los principales operadores de móviles en USA, que acompañó el lanzamiento de sus dispositivos Windows Phone 7 con una serie de aplicaciones nativas para el teléfono, que desarrolló en sólo 6 semanas y cuyo backend está funcionando en Windows Azure.