Aplicaciones óptimas en la nube (I): Cargas discontinuas

Empiezo con este post una serie en la que voy a repasar por encima cuáles son los tipos de aplicaciones que se consideran absolutamente óptimos para la nube en general y para Windows Azure en particular. Esta lista no pretende excluir ningún caso concreto de aplicación, ya que las ventajas derivados de las economías de escala y del pago por uso se pueden aplicar a prácticamente cualquier instalación informática.

Pero lo que sí podemos hacer es identificar cuáles son los escenarios más absolutamente claros, como es el caso de las aplicaciones discontinuas:

imageHablamos de aplicaciones que no tienen una carga sostenida en el tiempo, sino que existen periodos de inactividad en el día a día, lo que provoca que queden muchas veces los recursos desaprovechados. Muchas veces, las cargas de trabajo son enormes cuando llegan, y la compañía tiene que conseguir un punto de equilibrio entre cuánto tarda en ejecutarse el trabajo cuando lo hay (con el consiguiente impacto en la productividad), y cuánta inversión queda desaprovechada el resto del tiempo. Al final siempre acaba siendo un proceso que tarda un poquito más de lo deseable para no dejar demasiada inversión inactiva demasiado tiempo.

Entre los ejemplos típicos de este tipo de casos nos encontramos algo en cada tipo de empresa y en cada sector: las aplicaciones de recalculo de crédito que hace la industria financiera cada mes, o las aplicaciones que se activan en los cierres de mes o de año. En el sector de media, este ejemplo me recuerda a la aplicación de preparación de los anuncios clasificados, que tradicionalmente tostaba las máquinas que le ponías, pero sólo por un par de horas al día (y con presión notable de tiempo).