[Post invitado] Las mujeres en la tecnología

Conocí, o mejor dicho desvirtualicé , a Laura Morillo-Velarde en el evento Codemotion del  27 y 28 de noviembre del 2015, pero había visto mucho su nombre últimamente por sus grandes iniciativas, como AgileGirls, en torno al acercamiento de la tecnología a las mujeres.

Asistí a la charla que dio junto con Marina Lorenzo y Ana Fernández de Vega en la que daban una explicación al hecho de que en el sector de las Tecnologías de la Información haya muchas menos mujeres que hombres y daban a conocer diferentes iniciativas que tenían como objetivo favorecer la incorporación de las mujeres en igualdad en el ámbito TIC.

La temática de la charla, el discurso y el enfoque que le dieron me parecieron realmente buenos: una argumentación muy válida a la duda que yo misma había tenido durante años sobre la causa de que las mujeres parezcan no estar interesadas en estudios relacionados con la informática. Para compartir este interesante punto de vista le he pedido que nos escriba un post:

 

Las mujeres en la tecnología, ¿hacia dónde podemos mirar? por Laura Morillo.

 

imageSegún los datos publicados por el ministerio de Educación y Ciencia las ramas de Ingeniería y Arquitectura apenas un 25,9% de los estudiantes fueron mujeres en el curso 2014/2015. Cuando miramos los datos relacionados con la Informática, el porcentaje desciende por debajo del 15%.

¿A qué se debe esa baja participación y qué podemos hacer para intentar mejorar la situación?

Es un problema complejo de analizar y son múltiples los factores que influyen: los estereotipos, los prejuicios, la cultura, la falta de referentes... Ana Fernández, Marina Lorenzo y yo tuvimos la oportunidad de presentar nuestra visión sobre los estereotipos y la falta de referentes en la pasada edición de Codemotion.

Pero, ¿qué es un referente?

Se trata de personas tomadas como modelo o patrón de algo, que resultan una fuente de inspiración para otros y reciben su reconocimiento. Sus cualidades son consideradas válidas y deseables.

A lo largo de la historia podemos encontrar grandes mujeres que han abierto camino en este terreno. Nombres como Ada Lovelace, la primera informática y creadora del primer algoritmo o Grace Hopper, a quien le debemos el primer compilador, vienen rápidamente a nuestra cabeza cuando tratamos el tema de la mujer en la informática.

Sin embargo la imagen de la mujer informática parece haberse quedado un poco relegada al pasado, de hecho, la escasa presencia en la realidad se ve superada en la ficción. image

Si miramos el perfil que se transmite de las mujeres que formamos parte de este mundo tomando como referencia series o películas podemos encontrar que el rol que frecuentemente se muestra es el de una programadora prodigio, con estética punk y que vive al margen de la sociedad. Ésta es la imagen que podemos encontrar por ejemplo en el personaje de Cameron en Halt and Catch Fire, Carla en Silicon Valley o Lisbeth en la saga Millennium.

Aunque puedan parecer datos anecdóticos, cosas como estas influyen negativamente en la idea que transmitimos sobre nuestro sector. Si no soy capaz de identificarme de ninguna manera con las personas que representan un determinado modelo o posición, ¿cómo voy a imaginarme a mí misma en esa posición?. Si parece que la informática es algo para frikis o chicos y yo soy una chica a la que no le gustan Star Trek o los videojuegos, ¿cómo voy a pensar que esto puede ser algo para mí también?

Pero nuestra búsqueda de referentes no sólo se limita a gente famosa. De igual forma que los padres actúan como referentes para sus hijos, nosotras podemos ser referentes en nuestros círculos cercanos. Todas podemos servir de inspiración para alguien más. Por ello, desde hace tiempo, trabajamos en iniciativas como AgileGirls, LadiesThatUX y Tech&Ladies en las que intentamos acercar la tecnología a más mujeres y dar mayor visibilidad a las que ya somos chicas técnicas. Por supuesto, no se trata solo de un trabajo para las chicas, hay muchos hombres que también están apoyando y promoviendo tanto estas iniciativas como otras. En ocasiones, acciones tan curiosas como hacer que sea la princesa quien salve a Mario en Donkey Kong o hacer que el protagonista de Zelda pase a ser ‘la’ protagonista, pueden conseguir que una niña cambie su percepción de nuestro entorno.

Y tú, ¿quieres aportar tu granito de arena?

 

Laura Morillo-Velarde Rodríguez
@Laura_Morillo